El capítulo «Intelligent Networks for Real-Time Data: Solutions for Tracking Disinformation«, del cual Bella Palomo, Sonia Blanco y Jon Sedano son coautores, es una exploración profunda del impacto de la inteligencia artificial y las redes inteligentes en el periodismo actual. En él, los autores describen cómo la adopción de rutinas automatizadas está cambiando la forma en que se producen y distribuyen las noticias, abriendo nuevas posibilidades para el seguimiento de la desinformación.
El texto aborda la creciente dependencia de las redacciones de herramientas de análisis como Google Analytics o Chartbeat, y cómo éstas influyen en la toma de decisiones editoriales. Además, se destaca la importancia de la automatización, que permite no solo mejorar la eficiencia de las redacciones, sino también enfrentar la propagación de contenidos falsos mediante sistemas de fact-checking automático.
Los autores no escapan a la crítica hacia las plataformas digitales y el poder asimétrico que poseen sobre los datos y el flujo de información, un aspecto que afecta la autonomía periodística y genera dependencias invisibles. En este sentido, también se señala cómo la inteligencia artificial puede ser una herramienta de doble filo: potenciando tanto la calidad como la manipulación del contenido. Ejemplos como el uso de ChatGPT en el periodismo investigativo muestran el impacto positivo de estas tecnologías, mientras que también se advierte de los riesgos de generar afirmaciones falsas con facilidad.
En resumen, este capítulo del libro no solo ofrece un análisis detallado de las herramientas y técnicas que están revolucionando las redacciones, sino que también reflexiona sobre los desafíos éticos que plantea la automatización del trabajo periodístico. Es una lectura esencial para entender cómo el periodismo está lidiando con la desinformación en la era de la inteligencia artificial.